
Pero, La Traviata es mucho más que eso.
Aparte de ser mi ópera favorita, es la obra en la que en mi opinión, Verdi puso al servicio de la música su sensibilidad más extrema. Desde el primer compas del preludio hasta el cierre del último acto, es sensiblidad en estado puro.
En el post que me ocupa, el fragmento "Sempre libera", corresponde a la cabaletta (pieza musical de corte virtuisístico que seguía al aria principal y que permitía a los solistas exponer todo su poderío vocal). El anunciante (una marca de coches oriental) lo utiliza como fondo para darnos a entender las posibilidades del vehículo en cuestión, que aparece sorteando toda clase de obstáculos urbanos: una escalera que le da una patada, un edificio que se dobla para aplastarlo...
Indudablemente da mucho juego, porque el ritmo trepidante de esta pieza, nos invita a pensar en un baile.
En ella Violetta Valéry, la protagonista, habla de su deseo de vivir feliz lo que le quede de vida(ya que está enferma de tuberculosis), entregada a todos los placeres que su vida de meretriz le permita. Está totalmente entregada a su deseo y su miedo al compromiso le produce este delirio. Pero en medio de esta efusividad, Alfredo Germont (joven que le ha declarado su amor apenas unos minutos antes) aparece desde fuera de la escena, recordándole las palabras de amor que le ha dicho a solas. Ella duda, pero está tan extasiada, tan nerviosa y tan contenta que no quiere escucharlo, y para ello repite otra vez su cantinela con mucho más virtusisimo.
La primera vez que escuché este aria fue con Joan Sutherland, acompañada en la orquesta por su marido Richard Bonynge. La escuchaba una y otra vez, y no me cansaba de ella. Con el tiempo fui descubriendo otras versiones, en otras cantantes; todas me descubrieron una personalidad diferente de Violetta Valéry, y cada versión esconde un secreto de la personalidad de esta mujer.
La primera vez que escuché este aria fue con Joan Sutherland, acompañada en la orquesta por su marido Richard Bonynge. La escuchaba una y otra vez, y no me cansaba de ella. Con el tiempo fui descubriendo otras versiones, en otras cantantes; todas me descubrieron una personalidad diferente de Violetta Valéry, y cada versión esconde un secreto de la personalidad de esta mujer.
En otra ocasión abordaré esta obra en profundidad, porque insisto: es muchísimo más que el "brindis".
Violetta
Sempre libera degg'io
Folleggiar di gioia in gioia,
Vò che scorra il viver mio
Pei sentieri del piacer,
Nasca il giorno, o il giorno muoia,
Sempre lieta nè ritrovi
A diletti sempre nuovi
Dee volare il mio pensier.
Violeta
Sí, debo, siempre libre
gozar de fiesta en fiesta.
Quiero que mi vida pase siempre
por los caminos del placer.
Que el día nazca o muera,
debo vivir siempre en los lugares
de placer buscando nuevas alegrías
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